sábado, 13 de febrero de 2010

PARADIGMA SOCIAL





Esta nota es un desahogo hacia el incorrecto camino que ha seguido la humanidad, respecto a la postura que la mayoría ha adoptado por el hecho de haber nacido en condiciones económicas favorables, o haberlas alcanzado por mérito propio.

Lo que expongo a continuación, no va en contra de querer alcanzar un alto nivel socio económico, pero hay que tener claro que:

No por tener más cosas materiales, hablar mejor, cumplir con ciertas reglas e imágenes sociales te hace mejor, ya que no existe ninguna diferencia entre alguien de la "clase alta" y la "clase baja" si es que ambas personas viven su vida para comer, tomar, tener relaciones, trabajar por alcanzar una clase social más alta, tener una familia, hacer deporte, etc. etc... intentar ser feliz, "ser bueno" y pasarlo bien. Si es así, entre ambas, no existe ninguna real diferencia.

Esta realidad de egocentrismo social esta fundamentada en el sistema social existente, la cual avala y potencia como humanidad al ego de las personas al sentirse mejores por que pueden llenar sus vacíos personales con banalidades materiales, en vez de cultivar la real esencia de lo que somos.

Mayor es la culpa de aquellos que habiendo tenido el potencial de poder desarrollar las herramientas, tener la inteligencia y capacidad de alcanzar y mantener un nivel social adecuado, teniendo sus necesidades básicas satisfechas, sigan viviendo para satisfacer solo sus necesidades básicas y no dediquen su tiempo nada mas allá de velar por su propia realidad.

El querer alcanzar un buen nivel de vida material esta bien, pero no te hace estar en ningún peldaño más alto. Anda más allá, no luches solo por una imagen social, comparte lo que haz aprendido y ten la inteligencia de querer aprender del otro, piensa en comunidad, piensa en el todo.

Date cuenta que son tus propios miedos los que te hacen aferrarte ha solo algo material. Tu no eres lo que tienes si no lo que piensas que eres.

Aprende a amarte y no hay nada que podrá derrumbarte, ya que amarse significa aceptarse tal como uno es, nuestra esencia que es energía en evolución.

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