ENERGÍA, ESPÍRITU O ALMA... BASE DE TODO LO CREADO. (RELIGIÓN)

La energía, explicada desde un punto de vista físico, es entendida como el electrón, protón, neutrón, las partículas elementales, las moléculas, células y el conjunto de estas que compone y genera cada materia con sus diferentes formas, colores, sabores, olores, fuerzas, o sea, sus diferentes propiedades.

Dicho de otra manera, todo este conjunto, variedad y combinación de átomos, es lo que denominamos energía y esta es la base de todo lo creado, que según la combinación de esta, forma toda la materia con sus diferentes propiedades.

Este conjunto de energía esta en constante acción, reacción e interacción con todos los tipos de energía existentes.

La energía es la base de todo y según la complejidad de la energía contenida en la materia es lo que ese algo puede llegar a ser.

Por ejemplo, la energía que contiene una piedra del porte de una lenteja es más limitada a la energía que contiene una semilla de lenteja. Por más que la piedra quisiese ser semilla nunca lo podrá ser, pero si en el caso hipotético que la semilla pudiese elegir entre ser lenteja o una piedra, si quisiese, podría ser para siempre algo duro como piedra que nunca llegaría a ser una lenteja.

Todo es y tiene energía, por más finita o infinita que sea… todo repercute y nos repercute de forma conciente, subconsciente o inconcientemente, en mayor o menor magnitud, pero todo tiene su repercusión en el todo. Efecto mariposa.

La magnitud de aquella energía es aquel potencial que tiene una cosa de poder influir sobre otra.

Hay ciertas energías conocidas y por lo mismo concientes, como es la energía solar, la energía eólica, la energía nuclear, la energía que ejercen los planetas sobre los demás planetas y estos sobre la vía láctea.

Hay otras energías menos susceptibles que llegan a ser subconsciente o inconcientes que se puede comprender por algo muy sutil como en la atracción que puede generar un perfume, o en el cambio de humor que puede generar el llegar a tu casa y que este todo ordenado y limpio, o que hayas arreglado el espejo antes roto del baño en el que te mirabas todas las mañanas al despertarte, o en el color que tenias pintada la pieza, o el llegar a tu casa después del trabajo y relajarte escuchando tu canción preferida.

Todo es y tiene energía. Todo nos repercute de forma subconsciente, inconciente y concientemente.

A aquella energía que reside en los seres vivos y en nosotros, le denominamos alma o espíritu.

El alma o espíritu es aquella energía que reside en nosotros. La magnitud de esta energía, o sea su capacidad de influir sobre cierta realidad, depende de cada uno de nosotros en desarrollarla y potenciarla.

Somos capaces de todo.

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